
“Con solo 25 días alegra nuestros días, nos ha llenado de esperanza tras la pandemia y nos ha abierto un mundo; el de descubrir la necesidad de proteger con lo que haga falta a esa personita que depende exclusivamente de ti.”
Gala llega con un año de retraso con respecto a la tradición familiar; y es que Lucía, su hija y Laura se llevan exactamente 30 años.
2020 se llevó a la abuela sin que casi pudieran enterarse entre confinamientos, restricciones, contagios… y ahora Laura recuerda con nostalgia que ella le decía que estaba tardando en mantener la tradición.

Y yo solo espero que Gala sea igual de fuerte, sabia y feliz que su bisabuela. Y yo me conformo con ser la mitad de buena madre que la mía y un cuarto que mi abuela.”
La distancia entre Valladolid y Zaragoza en medio de una pandemia hicieron que Laura no pudiese ver tanto a su “Yaya Luci” como le hubiese gustado pero, justo al irse, la súper abuela le hizo el mejor regalo: la llegada de Gala.
Siempre Yaya Luci, siempre Gala.
La distancia entre Valladolid y Zaragoza en medio de una pandemia hicieron que Laura no pudiese ver tanto a su “Yaya Luci” como le hubiese gustado pero, justo al irse, la súper abuela le hizo el mejor regalo: la llegada de Gala.
Siempre Yaya Luci, siempre Gala.
